Expandirse a mercados internacionales es un paso estratégico para cualquier empresa del sector agroalimentario. Sin embargo, para que el proceso de exportación sea exitoso, no basta con traducir las etiquetas de los productos. La traducción debe abarcar un conjunto de documentos técnicos, legales y comerciales que garantizan tanto el cumplimiento normativo como la confianza del consumidor.
Contar con una traducción agroalimentaria profesional es esencial para abrirse al mundo sin riesgos ni barreras.
Los documentos esenciales
Cuando hablamos de traducción en el sector agroalimentario, solemos pensar automáticamente en las etiquetas de los productos. Si bien son fundamentales, no son el único contenido que debe adaptarse lingüísticamente a cada mercado de destino. Veamos cuáles son los documentos que también deben traducirse de forma precisa:
- Fichas técnicas de productos: Información detallada sobre ingredientes, composición, valores nutricionales, procesos de producción y condiciones de conservación. Estos documentos son solicitados tanto por distribuidores como por autoridades sanitarias locales.
- Certificados de calidad y conformidad: Documentos que acreditan el cumplimiento de normativas alimentarias, como certificaciones ISO, IFS, BRC o etiquetas de producción ecológica.
- Manual de uso y almacenamiento: Especialmente importante para productos perecederos o con requerimientos específicos de manipulación.
- Documentación de exportación: Formularios aduaneros, declaraciones de ingredientes o documentos de inspección sanitaria que deben ser presentados en el idioma del país receptor.
- Material de marketing y comunicación: Catálogos, presentaciones, fichas comerciales y páginas web corporativas, que deben adaptarse no solo lingüísticamente, sino también culturalmente.
- Etiquetado y envase: Desde la descripción del producto hasta advertencias obligatorias sobre alérgenos, fechas de consumo preferente o instrucciones de conservación.
¿Por qué es vital traducir todos estos documentos?
La traducción completa de la documentación no es una formalidad: es una necesidad estratégica para:
- Cumplir con las normativas legales locales y evitar sanciones.
- Facilitar la entrada de los productos en cadenas de distribución internacionales.
- Transmitir profesionalidad y seriedad a socios comerciales y consumidores finales.
- Proteger la salud pública, asegurando que la información sobre ingredientes, alérgenos o instrucciones sea clara y precisa.
Un error en cualquiera de estos documentos puede derivar en problemas graves, desde multas hasta la retirada del producto del mercado. La responsabilidad es enorme: por eso, no basta con una traducción generalista.
El sector agroalimentario tiene su propio lenguaje técnico y su propia normativa, que varía de un país a otro. Por eso, es crucial trabajar con traductores profesionales especializados en alimentación, que dominen no solo el idioma, sino también las regulaciones y las particularidades culturales de cada mercado.
En BBLTranslation, ofrecemos un servicio integral de traducción agroalimentaria que incluye:
- Revisión terminológica y legal.
- Adaptación cultural de contenidos.
- Control de calidad lingüística y técnica.
- Asesoramiento en documentación de exportación.
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