10 errores de pronunciación en inglés que cometen todos los españoles

Los españoles tenemos nuestras manías. Nos encanta la siesta en el sofá que, junto con la fiesta, y el sol y la playa casi eternos de nuestro clima mediterráneo, hacen que nos envidien en el resto del mundo. En fin, que tenemos nuestras peculiaridades. Esto también se extiende a la hora de hablar idiomas. Hay errores que por caprichos culturales o fonéticos un alemán o un japonés que estuvieran aprendiendo a hablar inglés jamás cometerían, y que nosotros repetimos una y otra vez. ¿Quieres saber cuáles son los errores de pronunciación en inglés más habituales en nuestro país?

1. La omnipresente «e» española

Frena el carro: ni vives en Espain, ni Peter Parker es Espiderman, ni juegas a la PlayEstation, ni te vas de luna de miel a visitar el Empire Estate. Los españoles tenemos la costumbre de sacar a relucir molestamente esa «e» preliminar cada vez que vemos una palabra inglesa que comienza por «s» + consonante.

2. Diferencia entre «b» y «v»

Toda esta confusión parte de que la «v» anglosajona se pronuncia conectando los dientes y el labio inferior (ayuda pensar en una sutil efe), mientras que la «b» se hace conectando los dos labios, igual que en nuestro idioma. Un error en este sentido hará que tus interlocutores piensen que hablas de cerveza («beer») cuando estés conjugando el verbo virar («veer»).

3. Abuso del pobre «the»

Los hispanoparlantes cogemos el «the» y lo llevamos a todas partes con nuestra lengua, como si fuera una riñonera. Por mucho que en castellano lo correcto sería afirmar que a la gente le gusta el verano, en Londres arrugarán la nariz si te escuchan decir «people like THE summer».

4. Jota y hache aspirada

Los españoles tendemos a pronunciar la hache aspirada como una sonora «j», casi como si intentáramos arrancar un tractor en el paladar. ¡Cuidado con eso! No querrás acabar refiriéndote a la entrada de tu casa («hall») con el grito de guerra de Chiquito de la Calzada («¡jorl!»).

5. El «schwa»

¿Mande? Este sonido puede sonarte como la regurgitación de un perro hambriento, pero es más habitual de lo que piensas. El «schwa» es un recurso fonético muy frecuente en inglés, sobre todo en sílabas átonas. Piensa en esto como truco para acordarte: la palabra «chocolate» en inglés se escribe igual pero la «o» del medio suele desvanecerse en los labios. Ahí tienes el sonido «schwa». En cuanto lo hayas interiorizado, podrás exhibir tu nivel.

6. Laughing

Por algún motivo, los españoles tendemos a pronunciar «laughing» remarcando la «g» de forma exagerada, cuando la forma correcta pasaría por un tono sutil tirando a «f», quedando de la siguiente manera: /ˈlɑːfɪŋ/. Evita que se queden «laughing at you» y pronuncia esta palabra con esmero.

7. Walking

Esa «l» es tan tentadora, ¿verdad? Está ahí en medio, seduciéndonos, llamándonos… Y por eso decimos waLking, cuando lo adecuado sería elidirla sutilmente, diciendo: /uáken/. Un buen truco sería intentar pronunciar el nombre español de Joaquín suprimiendo la jota y la tilde. Sorprendente, ¿eh?

8. Tired

Con la «e» de «tired» nos pasa lo mismo que con la «l» de «walking»: hay una fuerza poderosa que nos atrae hacia ella, pidiéndonos remarcarla. Lo correcto es desoírla, siendo así el resultado /ˈtaɪəd/

9. La «s» de la tercera persona

Gran parte de los hispanoparlantes omiten la «s» al final de la tercera persona de los verbos en inglés o la pronuncian catastróficamente, como el silbido de una culebra. Recuerda que se pronuncia como una /z/ inglesa, y ten presente la diferencia de la /z/ española, resultando más similar a un zumbido.

10. La «i» corta

No es lo mismo irse que vivir, y por eso cuando alguien fallece solemos decir, con solemnidad, que nos ha dejado. Si no quieres que los nativos te malinterpreten y tomen como un suicida, ten esto en cuenta a la hora de pronunciar, por ejemplo, «I want to live» (quiero vivir), y diferenciarlo así de «I want to leave» (me quiero ir). En la primera frase nos hallamos frente a una «i» corta, ubicada entre una «i» y una «e». Mientras tanto, en el segundo caso, la combinación «ea» suena como la «i» del castellano.
Para evitar este tipo de tropiezos, lo mejor es ponerte en manos de profesionales de cara a un entrenamiento intensivo. A esos efectos, BBLTranslation ha creado junto a varios docentes de universidades de prestigio un laboratorio lingüístico llamado BBLsaʊnd®. Infórmate sobre esta propuesta y no dudes en apuntarte para coger confianza con la lengua de Shakespeare.