¿Qué método elegimos para aprender inglés?

El aprendizaje del inglés cobra cada vez más importancia en el conjunto de la sociedad, en general, y en el terreno profesional, en particular. En un mundo global, dominar la lengua de Shakespeare se ha convertido en algo que puede ayudarnos en muchos aspectos en el presente y el futuro. Tanto la enseñanza en la escuela o la universidad, como la de adultos ha evolucionado en los últimos años y, ahora mismo, conviven todo tipo de metodologías que cada persona elige en función de sus necesidades o preferencias. Vamos a conocer algunos de los principales métodos o prácticas, muchas de ellas complementarias:

  • Aprendizaje presencial/a distancia: una primera elección importante es si nuestro método de aprendizaje es presencial o no, en base a nuestra disponibilidad horaria en muchos casos. Ambas cuentan con ventajas e inconvenientes y debemos tener presente qué nos interesa más para conseguir una formación eficaz.
  • Aprendizaje por repetición: si bien puede parecer un método tradicional de aprendizaje, lo cierto es que la repetición es una práctica vigente para aprender inglés. No acostumbra a utilizarse de forma aislada, sino que se une a otras prácticas complementarias para dar con una metodología más completa. Tanto en la enseñanza para pequeños como para adultos, la repetición e insistencia en conceptos o vocabulario está bastante presente.
  • Aprendizaje mediante juegos y canciones: Aprendizaje basado en el método natural de aprendizaje de la lengua materna: el aprendizaje de nuestra lengua materna sigue un método natural e infalible que empieza en el primer año de vida. Cabe mencionar es la metodología de Kids&Us, nacida en Cataluña y extendida por toda España, Europa y Latino América en más de 300 centros en los que los niños aprenden inglés mediante un detallado programa educativo que va de 1 a los 18 años.
  • Aprendizaje a través de la conversación: otro método complementario es la conversación, una de las opciones que muchas personas utilizan para mejorar su capacidad de comprensión, fluidez en el habla o mejora de la pronunciación. En la mayoría de cursos, se fomenta mucho la conversación e interacción entre los alumnos y existen cursos específicos de conversación.
  • Aprendizaje autodidacta: si bien no cuenta con una metodología concreta, progresiva y preparada por profesionales, lo cierto es que muchas personas adquieren parte de su conocimiento del inglés de forma autónoma. Las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías para adquirir tutoriales, ver series y películas en versión original o leer cualquier medio de comunicación en inglés son una buena ayuda para mejorar nuestro inglés.
  • Aprendizaje en el extranjero: las estancias en otros países para aprender o mejorar el inglés se mantienen como una de las opciones más efectivas, según las personas que lo han experimentado. Se trata de una inmersión lingüística muy intensa que nos obliga a hablar y practicar de forma constante. Una de las claves es que, tras la estancia, mantengamos el nivel de práctica una vez regresemos.
  • Aprendizaje especializado para superar el miedo a hablar y ganar prestigio con una pronunciación correcta: en el caso del entorno profesional, cada vez son más los cursos especializados que muchas personas eligen para mejorar, principalmente, su fluidez y pronunciación. Se trata de un aspecto importante a la hora de representar a nuestra empresa en una reunión, conferencia, negociación o conversación informal. Un ejemplo de formación específica lo encontramos en BBLsaʊnd®, el taller especializado de BBLTranslation cuyo objetivo es ayudar a empresarios que utilizan el inglés diariamente en el ámbito profesional a ganar confianza mejorando la pronunciación y la comprensión auditiva de la lengua inglesa.

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Ciertamente, las posibilidades son muchas y no hay una metodología perfecta, dado que cada persona tiene una forma diferente de asimilar conceptos y procedimientos. La clave reside en la elección más adecuada que nos pueda funcionar.